Esta es una planta que crece principalmente en Europa, El sur de Rusia y Asia central. Sus flores amarillas brillantes contienen numerosas sustancias antiinflamatorias, analgésicas y analgésicas.
Esta planta ha probado ser efectiva en casos de golpes, contusiones y dislocaciones, dolores reumáticos, e inflamación de la piel. Antiguamente se utilizaba internamente en casos de catarro común, bronquitis, tos y dolor de garganta.
Sin embargo, aunque posee propiedades que la hacen efectiva en estos casos su uso interno presenta riesgos de arritmia cardiaca, y fuerte irritación del tracto digestivo. Por esta razón en la actualidad sólo se recomienda su uso externo.
El Árnica provoca un incremento en el flujo sanguíeneo al área en que se aplica. Su uso inmediatamente después de haber sufrido un golpe o contusión ayuda a evitar la aparición de moretones.
En Europa ha sido empleada exitosamente durante muchos años aplicándola sobre la piel para aliviar el dolor y la inflamación de golpes y torceduras.
El Árnica se consigue en forma de aceite, unguento y crema. En cualquiera de estas formas puede aplicarse sobre la piel de dos a tres veces por día.
Precauciones
Esta es una planta segura cuando se usa de la forma recomendada. Sin embargo, nunca debe aplicarse sobre heridas abiertas o en áreas donde la la piel no está presente.
NO debe usarse internamente excepto en el caso de remedios homeopáticos que por su propia naturaleza son extremadamente diluidos.
Cuando se aplica en exceso durante mucho tiempo puede causar escozor, y úlceras en la piel.
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